Cuando uno sobrepasa los cuarenta y mira hacia atrás, se da cuenta de la cantidad de momentos y situaciones que ha vivido. Buenas, malas y muchas regulares como dicen por aquí. Son muchos los viajes, escapadas, reuniones y experiencias que me hubiera gustado tener un recuerdo fotográfico, la mayoría de esos momentos se perderán en el olvido, pero otros tantos quedarán retratados para siempre y me acompañarán a lo largo de toda mi vida.

No todo el mundo tiene la oportunidad de hacer lo que le gusta profesionalmente hablando. La vida no siempre nos da esa oportunidad, por suerte trabajo en lo que me gusta, una profesión bonita, creativa y muchas veces dura. Al final los dibujos que hacía de pequeño han tenido sus frutos.

Pertenezco a la generación de EGB, esa que creció sin internet, sin redes sociales, sin las nuevas tecnologías. La EGB de las carreras de chapas, de los capones, del tuteo prohibido y de los grandes amigos. Donde el lapicero o bolígrafo se convertía en una extensión de tu propio cuerpo y un recreo era lo más parecido al paraíso. Por eso lo echamos tanto de menos. Estudié FP en la especialidad de Artes Gráficas donde al final me especialicé en autoedición y diseño gráfico.

Me gusta el arte. Siempre he estado en contacto con los diferentes medios de expresión artística. He pintado y sé que volveré a hacerlo, y desde hace muchos años una cámara de fotos siempre ha sido fiel compañera. Por mi trabajo como diseñador gráfico durante 25 años he realizado mucho retoque fotográfico, montajes, maquetación, etc.., lo que me llevó a ir especializándome cada vez más en la fotografía como objetivo principal.

Con el tiempo he ido actualizando mi herramienta de trabajo, he montado mi propio estudio y estudiando minuciosamente las posibilidades que nos da el control de la luz, sigo con el firme propósito de aprender y mejorar cada día.

 

Javier Vivar Guadamillas